La manera de conseguir una cabeza de westy bien redondeada y de pelo fuerte, con una buena textura que facilite el cardado con un resultado satisfactorio, es arrancando el pelo, lo podemos hacer directamente con los dedos o cuchillas de trimming especiales para secar el pelo y que facilitan la labor de arrancado, se trata de cortar el pelo lo menos posible.

 El pelo arrancado vuelve a salir con mayor dureza y

brillo, el pelo cortado sale más sedoso, lacio y sin brillo, mas difícil de cardar e imposible de mantener con volumen sin que se nos venga abajo.

  Cuando vamos a empezar con un cachoro, arreglarlo mediante el arrancado nos supone un trabajo extra, en un principio porque debemos acostumbrar al cachorro a recibir pequeños tirones, que son incómodos porque no está habituado, pero a la larga merece la pena, una vez hemos cogido la rutina de arrancar el pelo cada quince días, el tiempo de arreglo de la cabeza del westie ya mantenido de esta manera es de más o menos diez minutos por sesión y el resultado es muy gratificante.

 Sabiendo esto nos animaremos a empezar con el cachorro, lo acostumbramos en pequeñas sesiones de pocos minutos pero debemos hacerlo a menudo con el fin de ir provocando las distintas longitudes de pelo con las que iremos obteniendo el resultado deseado mas adelante en cada sesión consiste en ir arrancando los pelos más largos vamos reduciendo la longitud general de la cabeza y dando la forma redondeada deseada.

 Nos va a ayudar muchísimo saber hasta dónde tenemos que rebajar si empezamos por recortar el pelo de la punta de las orejas, lo hacemos a máquina con el cabezal de 1,5 milímetros de corte para que queden bien marcadas sin llegar a descubrir la piel, si no tenemos máquina podemos recortar este pelo con una tijera microdentada.

 Para cardar la cabeza una vez arreglada utilizamos un peine de púa muy fina y cerrada o bien una cuchilla de trimming. Para un acabado perfecto, una vez cardada, podemos retocar alguna punta que haya quedado fuera de su sitio con la tijera microdentada.